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Chistes Abogados




Un abogado se muere y se va al cielo, llega y toca la puerta. En eso sale San Pedro y le dice:
- ¿Tu quién eres?
- Yo soy abogado y bueno pues me han mandado al cielo. -responde al abogado. - No, no! tu no puedes entrar acá.
- ¿Pero como que no puedo entrar?, ¿tu quién eres para decirme que no puedo entrar?
- ¿Cómo?!... yo soy San pedro, el que decide si entrás o no.
- A ver, ¿dónde está tu título que dice que eres San pedro el único que puede dejar o no entrar al cielo?
- Un ratito. -le dice y se va corriendo a buscar a Jesús y le cuenta pues que en la puerta había un abogado que quería entrar al cielo y que como él no quería entonces le había pedido su título que por favor salga. Entonces sale Jesús:
- Bueno hombre al parecer tú no puedes entrar al cielo porque estamos llenos de abogados y ya... ya no pues.
- ¿Cómo que no hay sitio, tu quién eres para que no me dejes entrar?
- Yo soy Jesús el hijo de Dios y te digo que ya no puedes entrar al cielo.
- ¿Cómo que hijo de Dios? ¿cuál Dios?, haber enséñame tu partida de nacimiento, ¿dónde dice que eres el hijo de Dios?
Entonces Jesús va a buscar a Dios...
- Pa, pa... allá afuera hay un abogado que quiere entrar al cielo, primero le pidió su título a San Pedro, luego me pidió partida de nacimiento para ver si soy hijo de Dios... ¿qué hago?
- Ya, ya, ya... déjalo entrar nomás, no vaya ser que me pida partida de matrimonio y me caga.


A una ama de casa, un contador público y un abogado se les pregunta: ¿Cuánto es 2+2?
La ama de casa responde: cuatro!.
El contador público responde: Creo que es o 3 o 4. Déjame correr la macro de mi hoja de cálculo una vez más.
El abogado baja la intensidad de la luz, y entrecerrando los ojos y con tono suave contesta: ¿Cuánto quiere que sea?.


Un abogado distinguido murió y sus familiares decidieron incinerarlo, pero como el dinero no les alcanzaba decidieron hacer una colecta. Cuando se acercan a pedir la colaboración de una persona, ésta deposita en la urna tan solo un peso.
- ¿Sólo un peso?!- pregunto el recolector - ¿Sólo un peso para incinerar a un abogado?!
A lo que el hombre contestó:
- Ah!... ¿es para incinerar a un abogado?!. Ten 500 pesos para que incineres a 20 abogados.


El perro de un abogado, corriendo sin correa entra en una carnicería y se roba un gran pedazo de carne. El carnicero siguió al perro hasta la oficina del abogado y le pregunta a éste:
- Si un perro entra corriendo sin correa a mi carnicería y se roba un pedazo de carne, ¿tengo el derecho de exigir al dueño del perro que me pague la carne que el perro robó?
El abogado contesta:
- Absolutamente.
- Entonces me debe usted 9 pesos. Su perro me robó un pedazo de carne hace unos momentos.
El abogado sin decir ni una palabra, escribe y entrega al carnicero un cheque amparando los 9 pesos.
Dos días después, el carnicero abre el correo de su casa y encuentra un sobre del abogado. Al abrirlo se da cuenta de que es una factura por $50 en concepto de honorarios por la consulta.


Una mujer con su hijita van a visitar la tumba de la abuela. Cuando vuelven a la casa, la nenita le pregunta:
- Mamá, ¿a veces entierran a más de una persona en una misma tumba?
- Por supuesto que no!... ¿de dónde sacaste esa idea?
- En la tumba de al lado de la de la abuela me pareció que decía: "Aquí se encuentra enterrado un abogado y una buena persona"

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